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Ni PPK pero menos aún el fujimorismo

Publicado: 2017-12-21

Nunca estuve de acuerdo con un gobierno de PPK. No voté por él en las elecciones del 2016 y jamás lo haría. Y me parece completamente irrisorio que se autoproclame patriota, cuando continuamente ha postergado o ignorado los intereses del país. En los gobiernos de Belaunde, siendo uno de los gerentes del BCR, benefició traidoramente a la International Petroleum Company; años después, decretó leyes con exoneraciones tributarias absurdas para facilitar la explotación de los recursos energéticos peruanos.

En el gobierno de Toledo, ejerció de lobista para encargar la exportación del gas de Camisea a sus empresas amigas, cuando era mejor negocio que el gas se vendiera en el mercado interno, o sea a nosotros que tanto lo necesitábamos.

Los actuales entripados de PPK con Odebrecht son solo una muestra de toda una vida entregada al lobismo puro y duro. En cualquier otra situación, yo estaría celebrando, saltando en un pie de alegría. Pero este no es el caso.

Ahora, la coyuntura es la siguiente. Fuerza Popular, una banda delincuencial que fungen de congresistas, investigados por lavado de activos o por haber falsificado sus hojas de vida entre otras cosas, está pidiendo la vacancia presidencial. Y era, a todas luces, lo que se esperaba de un partido desesperado por tomar el poder a como dé lugar y al que jamás le ha importado nuestro sistema democrático.

Lo peor de todo es que nunca escondieron su vena autoritaria. Lo demostraron abiertamente al censurar al ex ministro de Educación, Jaime Saavedra. Y así continuaron censurando un ministro tras otro ante la indiferencia del Presidente. A tal punto me sorprendió la despreocupación de PPK que pensé que su gobierno estaba orquestado para entregarle, finalmente, el poder a Keiko Fujimori.

Supuestamente, al fin reaccionó. En su último mensaje a la Nación, el Presidente dio a entender que si lo vacaban, Aráoz y Vizcarra renunciarían de inmediato, lo que dejaría en las manos de los fujimoristas la responsabilidad del caos y la falta de gobernalidad en el país. ¡Pero de cuándo acá a los fujimoristas les ha importado ser responsables de los desastres que ocasionan siempre!

Una cosa me parece muy clara, si Galarreta llega a ser nombrado presidente transitorio, nadie, nadie lo va a sacar de ahí, y los fujimoristas van a buscar la manera de mantenerse en el poder hasta que, por lo menos, Kaori pueda sustituir a Keiko. Lo reitero una y otra vez hasta el cansancio: un nuevo gobierno de los Fujimori es, sin lugar a dudas, el peor escenario posible. De eso no me cabe la menor duda. No habría equilibrio de poderes. Coparían todos los cargos de importancia en el Estado para gobernar en la impunidad y la injusticia. Los medios de comunicación serían en el mejor de los casos comprados, si no, intervenidos o censurados. Los opositores serían perseguidos, y si insistieran con su "impertinencia", serían desaparecidos por escuadrones de la muerte como sucedió en los noventas del fujimorismo.

Finalmente, el llamado de Rosa María Palacios a la insurgencia si Galarreta no convoca a elecciones es de una ingenuidad y torpeza increíbles en una periodista tan notable como ella. Para cuando nos demos cuenta que los fujimoristas no van a soltar el poder sino que van por más, ya habrán entregado millones de táperes con dinero dentro y cambiado las leyes a su antojo y provecho. ¡O no!


Escrito por

Alexánder Muñoz Ferrer

Ex ingeniero, proyectista, filosofofo


Publicado en

Sociedad filosofofa

Sociedad, política y ética. Sobre todo lo que nos sorprende y también de lo que lamentablemente nos hemos acostumbrado